En el primer cuarto del siglo XX, nacía a la independencia cuatro grandes naciones, hijas de la madre patria, España, forjadas en el catolicismo y la mezcla de la sangre española. A la conspiración enemiga de Dios y de España, no le interesaba ver fuertes a esos antiguos virreinatos y se encargaron de dividirlas y formar veinte naciones, por medio de guerras y partidos.
Luego la misma masonería angloamericana, se encargaría de destruir sus economías, por medio de presidentes traidores que dictarían leyes para robar las tierras de los indios y de la iglesia Católica. Ante este caos y guerras civiles, gobernantes masones endeudarían a las naciones hermanas, causando una gran pobreza en los pueblos católicos y haciéndonos depender económicamente de la gran banca anglo-sionista.
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